El titular de la noticia es "Un padre logra que un colegio de Oleiros deje de poner deberes".
Supongo que cada colegio, cada maestro e incluso cada niño son casos y situaciones distintas, y no se puede generalizar. Pero yo muchas veces me cuestiono si el tiempo que empleamos cada una de las tardes en hacer deberes, realmente vale para algo. Reconozco que estoy harta de tantos deberes.
Entiendo que un niño que lleva todo el día sentado, atendiendo a las explicaciones, concentrándose en las distintas clases, y acatando unas normas (lógicamente); una vez que sale del colegio, tiene un estado de euforia inmenso y necesita descargar la tensión acumulada a lo largo de la mañana.
Y yo lo noto, salen del colegio con ganas de correr, saltar, contarme todas sus aventuras del día y charlar con su hermano. ¡Necesitan actividad y movimiento! Y entonces tengo que volver a someterla a la tarea de los deberes (que obviamente los hace desganada y por ende le lleva más tiempo que el necesario; y éste es un tiempo que a mi me da mucha pena que perdamos juntos).
Y me pregunto ¿realmente los deberes en primaria son tan necesarios? ¿y traer deberes todos los días de la semana?
Claro, por otro lado también creo que "algo" de deberes está bien. Porque es un tiempo que compartimos con ellos, y podemos apreciar sus progresos y estar al tanto de sus aprendizajes.
Pero no tengo claro cuál es la situación ideal para que la balanza de los deberes no pese demasiado.
Opino que todos los días tener deberes es una carga muy pesada para el niño.
También opino que algún deber es bueno para el niño.
¿Y cómo equilibramos la balanza?
¿Hacemos pocos deberes cada día?
¿Hacemos deberes sólo algunos días?
¿Hacemos deberes sólo los fines de semana?
¿O no hacemos deberes nunca?
No es una tarea fácil, ni para los niños, padres, ni maestros.
¿Y tú qué opinas?