Y como no podía ser de otra manera, nosotros no nos lo quisimos perder y nos fuimos a Avilés al atardecer para disfrutar de su amarre en puerto.
Nos tuvimos que conformar con ver el buque desde afuera y admirar su grandiosidad, belleza e historia, porque había unas colas larguísimas (de horas de espera) para visitarlo por dentro.
Os dejo algunas fotos para que lo podáis contemplar su preciosidad y su imponente presencia en el puerto de Avilés.
El buque amarró al lado del Centro Cultural Niemeyer y la combinación de ambos daba un efecto espectacular.
Y el día que zarpaba, había una densa niebla en el mar, lo que le daba un efecto mágico y misterioso en su despedida.
¿Vosotros también lo habéis podido visitar? ¿Y subir a verlo por dentro?
Qué preciosidad!!
ResponderEliminarMuchas gracias!! Besinos
EliminarEs imponente!
ResponderEliminarSí, es una pasada.
EliminarMe encanto, me encanto!!! Que hermoso!! Ame la última foto!!
ResponderEliminarmiles de besitos
Me alegra que te haya gustado el buque y la foto también.
ResponderEliminarBesitos
Dios, cómo no habré ido!! Se ve impresionante.... y de paso visitaba mi tierra, que yo soy de Avilés!!... me la apunto por si hay otra oportunidad...
ResponderEliminarSaludos
Anda, pues si además eres de Avilés, para la próxima no te lo puedes perder.
EliminarBesos